UN PARTIDAZO CON SORPRESA
Una tarde estaba
jugando un partido de fútbol con mis amigos. Saqué el balón del campo. Había
caído el balón en un parque muy grande y con muchos árboles. A lo lejos vi algo blanco y grande, no era el
balón, sino un huevo de dinosaurio. El balón se los di a los amigos y el huevo
de dinosaurio me lo llevé a casa. Nuestros padres lo taparon y le pusieron
calor. Cando pasó el mes y llegué del colegio mis padres me tenían una
sorpresa. El huevo se había abierto y teníamos un dinosaurio. Era muy grande y
muy bonito, lo criamos y le dimos cariño como si fuera uno más de la familia.
Creció superrápido y no podíamos tenerlo. Lo llevamos a la protectora de
animales para que se hiciera algo con él. Lo tenían en una especie de Jurasik
Park y todos los fines de semanas íbamos a visitarlo. Le pusimos nombre, se
llamaba Picotín. Cuando le llamábamos se ponía muy contento pero no tardaba en
irse con los de su especie. Cada uno tiene que estar con su familia.
GERMÁN INFANTE RUANO..
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