lunes, 30 de enero de 2017

EL VIAJE DE REX

Érase un perrito llamado Rex. Mas bien era un cachorro de pura raza. Era un pastor alemán y aún no había abierto los ojos. A los tres meses abrió los ojos y vio que estaba en una tienda, aunque el no sabía lo que era una tienda.

Una niña llamada María quería comprar a Rex y los padres le dijeron que antes de ir a Madrid se lo comprarían. Pero se fueron a Madrid y los padres no le compraron  el perrito, y la niña se puso muy pero muy triste. Entonces la madre llamó a la tienda y compraron al perrito.

Rex viajó en un camión muy grande junto a una husky de color gris clarito y era muy hermosa. Entonces el camión tuvo un accidente y Rex salvó a esa perra y salieron corriendo. Habría pasado una semana y Rex no llegaba. Rex era muy pequeño y lento. Pasaron los días y todo el mundo les daba de comer. Una vez pasaron por un parque y unos perros callejeros los expulsaron y encima le quitaron la comida.

Pasó el tiempo y Rex ya tenía 3 años y entonces la perrera les cogió y un niño que tenía seis años los compró, pero el niño era muy malo.

El niño intentó maltratar al perro, tirándolo de un barranco, pero Rex y la perra se escaparon y vivieron felices.
JULIO.

TODOS CONTRA LA BRUJA.

Érase una vez un grupo de niños que estaban jugando al balón. El balón salió disparado al bosque misterioso. Lucía, la mas valiente, fue a recogerlo y se perdió. Una bruja la encontró y la hechizó, convirtiéndola en un cerdo.

Sus amigos, como tardaba, salieron a buscarla y la bruja también los hechizó, convirtiéndoles en diferentes animales y se los llevó a su casa para comérselos.

Por la noche mientras dormía la bruja, los niños le robaron el libro de los hechizos. Hicieron un conjuro y todos volvieron a ser niños e hicieron otro conjuro para que la bruja se convirtiera en un escarabajo pelotero como castigo.

Los niños salieron corriendo y desde entonces juegan sin tener miedo al bosque.
KEVIN.

LA MURALLA DE GALISTEO.


Mi pueblo es Galisteo, donde hay una muralla de piedras llamadas cantos rodados. La hicieron una  familia llamada los Almohades. Tiene tres puertas, llamadas la Villa, Puerta del Rey y la de Santa María. La muralla tiene almenas y hay un paseo por donde se ve el pueblo. También tiene un palacio que ahora está en ruinas.

Hay cuatro cosas que me gustan: el parque de los niños, el parque de los viejos, el Colegio y el Instituto. También hay una piscina con el polideportivo, donde voy a jugar algunas veces al fútbol o al baloncesto porque me gustan mucho.
 
Pablo Gómez Pérez.

LA CERDITA AVARICIOSA.

Érase una vez una cerdita avariciosa que quería todo ella. Un día su mejor amiga le pidió bellotas y no se las quería dar, y se enfadó con ella. La cerdita se puso muy, pero que muy triste. La cerdita avariciosa le pidió perdón, pero su amiga no le hizo caso, y le dijo que debería haberle dado alguna bellota.

Ella pensó como podía haber hecho eso y que debería haber dicho que sí a su mejor amiga.

Tuvo una idea. Mañana en el concierto le dedicaré una canción. Entonces le compuso una canción y el día del concierto se la dedicó. El principio de la canción le gustó mucho a su amiga, pero el final no le gustó tanto, y no le convenció. La cerdita se puso aún más triste.

Entonces pensó que lo que mejor podía hacer era darle bellotas y esto le gusto mucho a su amiga se pusieron muy contentas.
EDURNE.

LA OVEJA NEGRA.

Paquita tenía muchos juguetes en su cuarto. Ositos, muñecas, un gato... sus tíos le traían muchos regalos. Llegaron un día con un regalo muy especial. Era una oveja negra y se puso contentísima. Cuando la llevó a su cuarto para jugar a sus juguetes no le gustaban y se reían de la oveja.  Un día Paquita la llevó al jardín y la colocó en su caja. Había un pintor pintando el jardín y sin darse cuenta tropezó en la caja donde estaba la oveja. Cayó la pintura encima de la oveja y ésta se volvió blanca. Todos jugaban con ella y la encontraban simpática. Cuando Paquita la bañó y volvió a ser negra a sus juguetes no les importó porque se dieron cuenta que lo importante no era el color de la piel.
RICARDO.

LA SEÑORA MARQUESA.


La Señora Marquesa era una señora que hacía tartas para comuniones, fiestas, cumpleaños, ... y había niños que le ayudaban a repartirlas. Un día fueron al Castillo Real y se le cayeron las tartas por el camino.

Lucas dijo: - ¿Qué vamos a hacer ahora?

Había una bruja y se llevó a la Señora Marquesa, pero los niños fueron a por ella. Pasaron muchas aventuras pero la rescataron al final.

Un niño cogió la varita y un libro de hechizos y la metió en un tarro y la Señora Marquesa y los niños fueron corriendo a hacer las tartas y las llevaron. Al día siguiente un hombre pidió a la Señora Marquesa salir con él y ella dijo que sí. Se fueron a vivir a París y fueron felices y comieron perdices.

ALBA. 

COPITO

Érase una vez una pequeña aldea en la que vivían conejos divertidos. Un día llegó un pequeño conejo llamado Copito. Ese conejo era muy listo y desde que llegó todo el mundo quería juntarse con él, excepto un pequeño conejo que quería ser mejor que Copito y se llamaba Pelusón. Copito conoció a todos los conejitos y al instante se acercó una pequeña coneja. Ella se presentó con su nombre Copita.

Ella le enseño la aldea, su casa y el gran huerto de las zanahorias. Copito se enamoró de ella, pero no le dijo nada.

En aquella aldea había un hoyo tapado con hojas y Copito fue a dar un paseo, hasta que pasó por encima de las hojas y se cayó. Copito gritó pidiendo ayuda y sólo le escuchó Pelusón, que sin pensárselo dos veces le tiró una cuerda para que se agarrara.

Al final Copito salió del hoyo y dio las gracias a Pelusón y se hicieron amigos.

Pasó el tiempo y Copito y Copita se casaron y vivieron felices.

HANAN