Erase una
vez una perra que se llamaba Linda y era millonaria. Se compraba
muchas cosas y se chuleaba de Pancho, un perro que no era millonario.
Tanto le chuelaba que Pancho pensó en vengarse. Pero un día Linda
se arruinó y Pancho se reía de ella, pero al final acabó dándole
pena. Pancho le dio un hueso y le dijo que cuando tuviera hambre le
llamase. Se hicieron amigos y se dieron un abrazo.
Un día
Pancho se hizo millonario y su madre, que se llamaba Lasi, pasaba
mucha hambre. Entonces Pancho quiso ayudar a su madre pero ésta no
aceptaba su ayuda. También quiso ayudar a su hermano pequeño, Bambi
el Príncipe, pero tampoco lo aceptó. No querían que Pancho se
quedaran sin dinero por ayudarles.
Pero un
día Pancho se puso muy enfermo y Bambi puso el dinero necesario
para poder operar a Pancho.
Cuando
Pancho se curó, Lasi, la madre de Pancho le dijo que Linda era su
tía. Pancho no se lo creía. Lasi, Bambi, Pancho y Linda se fueron
todos juntos a Divertilandia y fueron felices para siempre.
Edurne López Olaya.
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