lunes, 23 de mayo de 2016

EL LIBRO MÁGICO.


Aquel domingo de abril el pueblo estaba muy tranquilo. Tim salió a la calle pero no había nadie. De repente oyó una voz. Tim se giró. No se lo creía, un libro que hablaba.
Me llamo Maikel y soy un libro de aventuras.
Pues no nos llevaremos bien, pues no me gusta leer, dijo Tim. Me tengo que ir dijo Maikel. Tim le preguntó que si volvería a verlo y Maikel dijo que si, todos los días en La Picota a las cinco. Tim fue todos los días a La Picota y Maikel le fue enseñando a leer, y le dijo que leyendo podía aprender a compartir, a respetar y a trabajar en equipo, y añadió que incluso había libros de juegos que le divertirían.
Un día Maikel faltó y Tim se preocupó y lo buscó por todo el pueblo. Tim de repente escuchó otra voz, era la madre de Maikel, Aurora.
Aurora le llevó a un sitio apartado, resulta que Maikel había caído enfermo. Tim dijo que su médico le curaría. Aurora dijo que no que si los descubrían lo echarían del pueblo. Tim añadió que el doctor era su padre, y le curaría. Le dio un jarabe para la gripe y a los tres días Maikel estaba como nuevo.
Érika González Cáceres.

viernes, 20 de mayo de 2016

DANIELA Y SU LIBRO DESAPARECIDO


Aquel domingo de abril Daniela fue a la librería. Cuando llegó vio un libro encima de la mesa. Fue lo cogió y se lo llevó. Cuando iba de camino a casa unos duendes le quitaron el libro y se fueron corriendo. Entonces Daniela se fue a casa, cogió el abrigo y una mochila y empezó a buscar el libro. Daniela
fue por el camino que había visto irse a los duendes.
Por el camino se encontró a un niño que estaba sentado y dijo Daniela:
-¿Quieres venir conmigo a buscar un libro?.
 El niño dijo que sí y que se llamaba Carlos. Carlos y Daniela se hicieron amigos y empezaron a buscar el libro. Vieron un libro en un árbol. Daniela fue a cogerlo y vio que era el suyo, pero los duendes estaban ahí y Daniela tuvo que cogerlo con cuidado para que no la pillasen. Daniela logró salir y se fue a casa. Carlos y Daniela se hicieron muy amigos y disfrutaron mucho con el libro
Olivia Gallego González.

LA PISCINA ENCANTADA.


Aquel domingo de abril estaba en la piscina con Irene y Érika. Estaba nublado y cayo un rayo. Caímos por un agujero negro que se formó en la piscina. Nos llevó a un sitio que estaba lleno de libros que hablaban y uno de los libros nos dijo:
- Hola, Soy Sabi, un libro. Contestó Irene:
- Nosotros somos Irene, Érika y Lidia.
-Si queréis salir tenéis que encontrar el libro sabio. Pasamos por el laberinto y lo conseguimos. El libro dijo las palabras mágicas y salimos del agujero negro. Se abrieron las nubes y cuando salimos nos volvimos a bañar.
Lidia Ríos Pérez.

LA VACA QUE SE METIÓ EN UNA PEÑA.


Aquel domingo de abril en un pueblo llamado Galisteo, que estaba en fiestas, una vaca se escapó de los barrotes y se metió en una peña. Pilló a dos mujeres y a un hombre y luego la sacaron con una cuerda. Por la tarde el hombre se había hecho una herida en la cabeza y un esguince en la mano izquierda. A la noche siguiente el hombre que iba a matar a la vaca se hizo un corte en la mano. Aún así mató a la vaca y la ratona que tenía que recogerla se averío. Tuvo que venir el alcalde con unas pinzas eléctricas, arreglaron la ratona y fueron a por la vaca. Soltaron la siguiente vaca y también se metió en la misma peña y hasta las ocho de la mañana no mataron la vaca.
David García Iglesias.

LOS ALACRANES


Aquel domingo de abril dos personas se metieron por un agujero sin saber a dónde iba. Estando dentro se perdieron. Al cabo de unas horas vieron la luz del Sol e intentaron salir. Cuando salieron fuera llamaron a la policía.
La policía vino e inspeccionó la cueva con los perros. Un policía excavó en la tierra y encontró un alacrán. Al policía le pico y tuvieron que llamar a una ambulancia. La policía llamó a un exterminador que mató al alacrán. La policía y los constructores reformaron la cuerva y la arreglaron para que la gente pudiera entra a verla. La ambulancia llamó diciendo que el policía se había salvado.
Ibai Infante Ruano

EL MAGO QUE NO SABÍA HACER MAGIA.


Aquel domingo de abril, en plena primavera, el mago Pepe no sabía hacer magia porque solo era un aprendiz de mago. Estaba yendo a clases de magia para aprender a hacer trucos. Para ser un buen mago sólo le faltaba la chistera, una varita y un traje de mago.
Un día fue a su clase de magia y cuando llegó la clase se convirtió en un escenario.
Todos estaban esperando que hiciera magia, pero el decía al público que no sabía hacer magia, ya que era un aprendiz y aún no lo sabía todo, aunque tenía chistera, traje y varita. Así y todo intentó hacer lo que le habían enseñado y salieron de la chistera conejos, pájaros y otros juegos de magia muy chulos.
Asier Lorenzo Pérez.

EL DUENDE LECTOR


Aquel domingo de abril yo fui con mi abuelo a buscar espárragos. Cuando fui a arrancar uno se me apareció un duende y me dijo que le gustaba mucho leer. El duende nos llevó a su sitio favorito, la biblioteca. Allí había muchos libros, pero muy pequeños. Un día en la biblioteca había una niña que no le gustaba nada leer. Estaba rompiendo todos los libros que veía. Así que los duendes llamaron a la policía, cogieron a la niña y la convencieron para que leyera mucho y así aprendería muchas cosas. Desde entonces los duendes vivieron muy felices.
Así es como me empezó a gustar la lectura, ya que ahora me gusta mucho leer.
Imanol García Martín.



EL MARAVILLOSO CABALLERO Y LA DAMA


Erase una vez, en un lugar muy lejano, vivían un caballero y una dama. Una vez la la dama la secuestraron mientras estaba dormida. Cuando el caballero se despertó y no vio a la dama fue a buscarla, pero no la encontró. Al cabo de unas horas los secuestradores le llamaron y le pidieron tres millones de euros. El caballero no pagó y arrojaron la dama al mar. El caballero la encontró y era demasiado tarde, estaba casi ahogada. Le hicieron el boca a boca y la reanimaron. El caballero llamó a la policía y fueron a por los secuestradores y los cogieron. Les ataron en un palo y les tiraron piedras, palos, tablas, hierros... los secuestradores les dijeron que no volverían a hacerlo y todos se hicieron amigos.
Ibai Infante Ruano.

LA AVENTURA JURÁSICA


Hace miles de años había un rey y un tiburón que vivían en una extraña isla. Un día vieron un cartel que decía: “DINOSAURIOS SUELTOS PELIGROSOS”. Vieron unos pies grandes detrás de una roca. El tiburón se asomó y vio que era un dinosaurio que era muy grande. Se había dado cuenta que el dinosaurio sólo quería jugar con ellos porque sus amigos no querían jugar con él.
El dinosaurio les dijo: -No tengáis miedo, que no os voy a hacer nada, sólo quiero jugar con vosotros y hacerme amigo vuestro.
Asier Lorenzo Pérez.

EL BRUJO PIRUJO.


Hace miles de años, en un lugar muy lejano, vivía un brujo llamado Pirujo. Pirujo estaba sólo y sin amigos. Un día salió a buscarlos y encontró a un pequeño dragón llamado Piruri, y se lo llevó. Le regaló un túnica azul con estrellas amarillas como la suya. Ya era hora de dormir. Le preparó una túnica como la que él tenía. Pirujo se lo pasó muy bien con su nuevo amigo Piruri.
Lidia Ríos Pérez.

EL REY LEÓN Y EL TIBURÓN LUCHADOR.


En un país muy lejano, hace muchos años, en una extraña isla, junto al mar, vivía un león, y en el mar un tiburón. El tiburón sabía luchar muy bien. Entonces el tiburón vio al león y fue a saltar para comérselo, pero el león tenía una lanza que se había hecho con un trozo de palmera y lo hirió. El león entonces habló con el tiburón. El tiburón le pidió perdón y se hicieron muy amigos.
David García Iglesias.

VANESA


Había una vez una niña llamada Vanesa. Su padre iba por los pueblos vendiendo cosas. Un día su madre se murió y Vanesa quedó huérfana. Su padre se casó con otra mujer y tuvieron dos hijas que eran sus hermanastras. Se hizo grande y Vanesa pidió a su padre que le trajese la primera rama que le tocase. El carruaje del padre cayó al río y éste se ahogó. Vanesa se hizo criada de su madrastra. El Príncipe hizo un baile y la madrastra no le dejaba ir. Un hada le hizo un hechizo y le puso un vestido dorado y unos zapatos de oro. Le hizo un carruaje de oro y un chófer. Entró y no se esperaba que el príncipe bailase con ella. Al salir se le cayó la corona y el principie la cogió. Al día siguiente probó, entre todas las mozas las coronó para saber a quien le venía bien. Preguntó a todas las doncellas. Le tocó a Vanesa y le cabía la corona. Entonces se convirtió en princesa.
LIDIA

EL RESCATE ÉPICO.



Erase una vez un esquimal que vivía en el polo Norte. Estaba en un iglú en la zona sur del Polo Norte. Un día el esquimal, llamado Fred oyó algo, pero fue  ver y no había nada. Durante varios días le ocurrió lo mismo, pero no conseguía saber lo que pasaba. Pero un día Fred se quedó esperando y vio una foca. Fred y la foca se hicieron muy amigos. Un día, cuando Fred fue a ver a su amiga vio que no estaba y observó a lo lejos un barco que la había capturado. Entonces Fred cogió un velero y siguió al barco. Pero el velero era demasiado pequeño para detener al barco. La siguió y llegaron a un almacén. Allí pararon y Fred vio un montón de focas. Casi lo ven, pero se escondió. Después volvieron a coger el barco y como el velero era muy lento se escondió dentro del barco y se fueron a Oceanía. Allí se bajaron los hombres del barco. Entonces Fred aprovechó para meter las focas en el barco. Pero en vez de ir al polo Norte, se fueron al Polo Sur. Para que los hombres no las encontraran. Y allí se construyó su iglú y siguió con su vida de rutina.
Érika González Cáceres.

LA AVENTURA EMPIEZA AQUÍ


Hace miles de años había un caballero y una dama, hija del rey, que vivían en un antiguo poblado. Ellos eran amigos y siempre estaban de aventuras. Un día el padre fue a coger frutas al bosque. Entonces se hizo de noche y unos gnomos que andaban cerca vieron al rey y lo secuestraron. Los amigos le fuero a buscar. Fueron pasando por el castillo del Conde Drácula, por el jardín encantado... al final vio una casa a lo lejos. Se decidió a entrar no vio a nadie, excepto al rey. Se encendieron las luces y ellos se escondieron debajo de la mesa. Entonces la niña averiguó que tramaban matar el rey para quedarse uno de ellos de rey. La niña se dio cuenta que se iban y le echo la zancadilla a uno de ellos. Preguntó que le iban a hacer a su padre y le dijeron que iban a matarle. La niña corriendo salvó a su padre mientras el caballero se encargaba de los gnomos. Entonces los gnomos hirieron al caballero y la dama corrió y les lanzó un conjuro y les mandó al castillo del Conde Drácula y nunca más le molestaron.
Olivia Gallego González.

EL REY Y EL TIBURÓN.


Hace miles de años, en una extraña isla, vivía un rey. Gobernaba un pueblo que se llamaba El Valle Encantado. Ahí los niños se divertían mucho porque era mágico y había atracciones.
Un día el rey tuvo un hijo que a los veinte años iba a gobernar el pueblo. Cuando tuvo los ocho años se fueron de viaje a San Sebastián, y un día fueron a la playa. El rey se alegro y se metió en el agua muy adentro. El hijo le advirtió que había un tiburón, pero el rey, con la emoción, no lo oyó. Su hijo se lo volvió a repetir y el padre al darse cuenta intentó salir del agua, pero...como estaba tan lejos, el tiburón se lo comió y el hijo se quedó solo llorando. Pasaron doce años y el hijo empezó a gobernar el pueblo. Y una vez que él y su esposa fueron a la playa, al meterse en el agua vieron la figura del tiburón, que le guiñaba un ojo y comprendió que era la señal de que su padre estaba orgulloso de lo que había hecho en el reino. Los reyes fueron felices, tuvieron hijos y comieron perdices.
IMANOL GARCÍA MARTÍN.